Carta a un desconocido
nos daban el resultado del examen de ciencias.
Debíamos ir a la mesa del profesor cuando nos llamaba
por el nombre y recoger el examen, así nos daba la charlita
oportuna de dónde habíamos fallado, y a ver si en el
próximo examen nos poníamos las pilas (o en su defecto, nos
decía que siguiéramos así que el próximo también lo
aprobaríamos).
No recuerdo si aprobé o no. De ese día sólo conservo unas
imágenes, como un video clip, que me quedaron grabadas
en mi retina y en mi cerebro.
Yo estoy en la punta de la fila de mesas, y veo como me siento
en mi sitio, después de recoger el susodicho examen, y
mientras estoy ensimismada revisandolo, veo pasar a alguien
por delante de mí.. y recuerdo pensar.. “que culito
más mono”... Dejé de revisar el examen, esperando ver la cara
que acompañaba al “mono culito” con curiosidad... y entonces
te vi; era una cara más entre las 70 de la clase pero desde ese
momento la grabé en mi memoria, a pesar de no darme ni cuenta
que lo hacía.. y sólo mucho más tarde pude ponerle un nombre.
Tu nombre... Aquél día en el bar, viendo como saludabas a un
amigo, pude conocerlo. Hasta entonces tampoco me acordé
más de ti, pero como un mazazo me vinieron las imágenes de aquel
día y te reconocí.
A partir de ahí, pasaste a formar parte de mi grupo de amigos
-compañeros. De hecho, nunca te consideré mi amigo. Primero
porque tampoco me diste pie, nunca hablábamos mucho, nunca
tuvimos una complicidad como pudiera tener con otra gente.
Aunque el principal motivo fue que empecé a colarme locamente
por ti... , poco a poco ,sin quererlo.. cada vez significabas más para
mí.. Cada vez me resultaba más doloroso tenerte delante, a la vez
que gratificante porque si no te veía era peor... Entonces empecé
a montarme histórias en mi cabeza .. imaginando como podías ser
.. como sería estar contigo ...porque nunca te conocí (de hecho creo
que nadie te conoció excepto Andrés). Y eso era lo mejor y lo peor
de todo, porque no hay cosa que más enganche que el misterio, el
enigma y poder redefinir a una persona a tu conveniencia...
Ante mi negativa, alguna vez que me preguntaron si me gustabas,
me volvía más dura y antipática contigo (no podía ser que alguien
notara lo que sentía por ti). Realmente sólo hubieron dos personas
a las que les reconocí mis sentimientos y ambas coincidieron en
decirme que te olvidara.
¿Pero como puedes olvidar aquello que no conoces?
A pasado el tiempo..y aunque conozco tu nombre y apellidos a la
perfección, para mí siempre serás.. “el culo más mono que he visto”....
Lo que puedo decirte es que no fue un capricho.
Nunca he deseado más aquello que más me costaba conseguir... o dicho de otra forma... nunca me ha dejado de interesar algo cuando me lo han puesto fácil o cuando lo he conseguido.
Pero si que es verdad que aquello que no ha pasado engancha porque precisamente no sabes como pudo ser.